Como cierre de este diario puedo decir que, durante estos casi dos meses tan breves, he podido aprender que los niños son los que nos marcan el ritmo de aprendizaje. Nos marcan el camino, la metodología, ves lo que funciona lo que no... Tú también te das cuenta de que son ellos los protagonistas, los que tienen mucho que decir, porque al final la educación sin ellos no es nada.
He podido aprender que la educación se trata de cosa del corazón, de conocer a las personas con las que tratas, de ver más allá de los conocimientos que puedas enseñar. Se trata de trabajar con unas personitas que tienen todo el camino por recorrer y saber que eres una de esas personas que aparece en su camino para enseñarles a recorrer la aventura del mundo que poco a poco se les esta abriendo. De saber que tú durante varios años serán su referente.
Por todo lo que acabo de decir, me reafirmo en mi decisión de haber escogido esta preciosa profesión, pues el futuro de la sociedad se forja en las aulas de los más pequeños y debemos ser conscientes del trabajo y el regalo que tenemos compartiendo con todos los que las conforman.
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